jueves, 11 de mayo de 2017

Rutina

Llego a casa, 
es tarde, estoy agotada, ha sido un día eterno.
12 horas fuera pasan factura.
mi perro me recibe con más alegría 
que toda la que he visto en las caras de la gente 
que viajaba conmigo en el tren.
Hoy llueve, no hay paseo, lo siento.
Abro la nevera, guacamole.
Es pronto, subo a la habitación.
Desorden.
Como mi vida sin ti.
No me apetece recogerla, ni ordenarme a mí. 
Me voy a la ducha, pongo música, cargo el iphone.
Hoy estoy de Pedro Pastor. Libertad, Vida Plena,
Un poco de color a este día gris siempre viene bien.
Me seco el pelo, plancha, plancho 
y me pongo la primera camiseta que veo en el armario.
Es la tuya, huele a ti, ¡mierda!
Vuelve el día gris dentro de mi.
Me tumbo en la cama, calma.
Miro las estrellas de mi habitación.
Tu siempre te reías porque las seguía teniendo.
Son mis estrellas.
Bajo a la cocina, pereza y de fondo también.
Unos espárragos, tomate, Módena y ganas de ti.
Me siento en la mesa. Faltas tú.
Y empieza la rutina.
El reloj me mira, amenazante, sincero. Como cada noche.
Sus manillas cargan, me apuntan, disparan. Realidad.
Me gritan que tú ya no vas a volver 
y otra vez empieza el vértigo
y vuelvo a autoconvencerme que el viento que te llevó 
ya no te va a traer.
Mierda, otra vez estás aquí sin estar.
Llueve. Esta vez en mí
y no hay paraguas que pueda cubrirme de esta tormenta.
Me voy a dormir, estoy cansada.
el día ha sido más aburrido que duro.
Voy a pensar en ti, 
para vivirte en mis sueños. 
Rutina.


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