Sumidos en una sociedad histérica,
perdida por las prisas,
recuerdo como si fuese ayer aquel:
"Afloja compañera,
contigo prefiero reducir a segunda"
Y mientras allí fuera el mundo entero ardía,
vi con todavía el sabor del último ron en tus labios,
la verdad reflejada en el color de tus pupilas.
Y desde entonces me quedé colgada de ti,
de tu libertad
de tus ganas de viajar
de ser,
de vivir...
Fuiste refugio y juntos hicimos paz:
Derribando muros y fronteras.
Destruyendo patriarcados,
navegando en contra de mareas,
Quemando todas las banderas....
Sabías que "me desquiciaba tu sonrisa de diseño",
y que eso de suicidarme en la rutina nunca estuvo en mis planes.
Yo era más de vivir improvisando,
de leer poesía en el metro
y de decirte lo mucho que éramos,
bajito y al oído,
Susurrando.
Y fue entonces cuando me di cuenta,
que el mundo estaba aquí abajo
que el mundo estaba aquí abajo
y que era imposible
intentar abarcar el universo,
con la punta de los dedos.
con la punta de los dedos.
Me levanté salvaje y decidí quererte libre,
y quizá por eso nunca te llegue a decir adiós del todo,
y preferí siempre un hasta pronto.
Supongo que será por esa mierda de pensar
que dejando las
puertas abiertas, duele un poco menos.
Entonces nos separamos,
cada uno siguió su camino sin saber,
cada uno siguió su camino sin saber,
que desde aquel día nos atamos,
con las cuerdas de la incertidumbre,
con las cuerdas de la incertidumbre,
con las del "Qué pudo haber pasado"
con la de "si el próximo invierno volverá,
O dolerá un poco menos..."
O dolerá un poco menos..."
Ilusos de nosotros,
que pensando que
separándonos
seriamos libres....
-navilesbe
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