miércoles, 1 de febrero de 2017

ELLOS

        
Ellos son tan bonitos como su piel.
Arrugada, dorada, brillante, suave y viejecita.
Reflejo del esfuerzo de una vida,
 vivida, luchada y trabajada.

Sus manos... 
Preciosas en cada pliegue,
En cada huella, en cada mancha, en cada herida…

Reflejo de su alma,
de su amor, de su cariño pleno y constante.

Manos en las que me agarré fuerte para no caerme,
y ahora es en las mías en las que ellos buscan refugio...
De la vida.
Manos exiliadas, luchadoras, fieles y constantes.
Manos de libertad, de sufrimiento, de sueños. 
Manos de echar siempre de menos.

Son las manos de mis dos salvavidas,
de mis paracaídas...

Son las manos de mis abuelos, 
Son las manos,

De mi vida.

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